La economía colaborativa: ¿utopía o realidad?
- Blanca Gutiérrez
- 19 oct 2018
- 1 Min. de lectura

Un comentario sobre un hotel, compartir coche para llegar a un destino o regalar las cosas que ya no quieres son solo algunos ejemplos de economía colaborativa, o lo que es lo mismo, consumo colaborativo.
Llegó prometiendo ser la panacea, un modelo económico de #democratización, perfecto sobre el papel, y es que la idea de volver a los orígenes y que el intercambio de bienes y servicios se produzca entre las personas y sin intermediarios es muy bonita, pero también algo utópica. ¿Alguien pensaba que algo de esto funcionaría sin algún tipo de intermediario?
El auge de las grandes empresas que se han subido al carro de esta moda no hace más que demostrar que si las ideas bonitas llegan a manos de un lobo feroz acabarán por enturbiarse. Serán ideas bonitas disfrazadas y seguro que a juzgar por su éxito engañan a más de uno.
Pero la economía colaborativa existe de verdad y es ajena a todo adorno. No hay nada de malo en que existan intermediarios, emprendedores que creen proyectos sostenibles con la intención real de ayudar a los demás, y que no solo nos hagan la vida más fácil sino que a través de mecanismos de transparencia promuevan los valores de este modelo de consumo de puertas para afuera y para adentro. Y eso: se nota, se respira y se palpa.
¿Hay algo mejor que dar?
Comments