Un ritual llevado a la mesa
- Blanca Gutiérrez
- 26 sept 2018
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 14 oct 2018

La Bistroteca, comida a la brasa con un toque ahumado que te morirás por probar.

El local es precioso, de madera, con una luz tenue que enfatiza el rasgo bistró. No tiene demasiadas mesas por lo que aunque sea entre semana tendrás que reservar sí o sí.
Si es la primera vez que vas a la Bistroteca el camarero te explica la carta entera. Te aseguro que por mucho que vayas con una idea, la forma en la que explica que las hamburguesas son la especialidad de la casa hace que no les puedas decir NO -a las hamburguesas claro-. Lo difícil viene a la hora de escoger porque tienen una gran variedad.
Me sorprendió gratamente el ritual que montan para servir en mesa el guacamole. Te traen en una bandeja con patas un recipiente de piedra volcánica y un mortero del mismo material con el aguacate pelado, así como los botes de sal y pimienta, salsa picante y una lima. No solo te preguntan el grado de picante para controlar lo que le echan sino que te van contando la historia del guacamole, la leyenda de sus propiedades afrodisíacas, mientras el camarero va mezclando y machacando. Yo solo pensaba: madre mía como tenga que repetir este ritual en todas las mesas le va a llevar un tiempo precioso. En cualquier caso, siempre se agradece un trato así, que presten atención al cliente sin importar el tiempo.
Todo buenísimo. Para chuparse los dedos, eso sí mejor no comer más grasa el resto de la semana, la dosis es muy alta.
Commentaires