Un grandísimo desastre
- Blanca Gutiérrez
- 13 oct 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 19 oct 2018

La web cuidada hasta el más mínimo detalle, un local de infarto... nada podía presagiar que la comida y el servicio dejarían mucho que desear.

Está claro que Bang Cook sabe vender muy bien y creo que han hecho una gran labor en cuanto a contenidos y estrategia de marketing, pero ahí me quedo. Supongo que yo iba con grandes expectativas y por eso la caída fue mayor.
Lleno hasta los topes eso sí, supongo que su fama le precede pero desde luego no es un sitio al que me den ganas de volver. Reservé para comer un día entre semana, llegamos a las 15, nos sentaron a las 15:15 (pese a haber reservado), nos tomaron nota de la bebida a las 15:25, de la comida a las 15:40 y nos sirvieron la comida a las 16:15. Y eso que éramos nosotros los que estábamos detrás de los pocos camareros que pasaban por nuestro lado del comedor. Un completo desastre.
Pedimos menú, y sí, seguro que estás pensando en que no se puede pedir el oro y el moro por 12,50 euros (bebida incluida), pero lo que sí puedo decir bien alto es que no hubo nada de lo que probé que sea reseñable.
Pedimos los Black and Roll (rollitos de verduras envueltos en pasta de arroz y tinta de sepia con germinado de cilantro y salsa agreendulce), lo mejor de lo que probé; Pollo Café de Bangkok (pechuga de pollo marinada con nuestra mantequilla de kimchi y cama de patatas) insulso; y Pokay Tuna (ensalada elaborada con arroz al dente, verduras frescas y tartar de atún con aliño de soja, lima y chile) seco, sin apenas aderezo.
En definitiva, tardones, un servicio que deja mucho que desear y comida normalita.
¡Qué lástima!
Comentarios